Los grandes gremios de la CGT desafiaron ayer al ex presidente Néstor Kirchner y al secretario general sindical, Hugo Moyano, después de que el camionero consiguió que desplazaran a un funcionario designado 48 horas antes por el ministro de Salud, Juan Manzu,r en la Administración de Programas Especiales (APE).
"El poder no nos va a disciplinar porque nos discriminen con la distribución de los aportes de las obras sociales [que de eso se trata el problema] y sostengan a Moyano. Ya ni Kirchner conduce desde lo político el país, ni Moyano lo hace desde lo sindical. Ellos perdieron las elecciones legislativas del 28 de junio", ratificaron a LA NACION dirigentes de los sindicatos más poderosos, como Sanidad, Luz y Fuerza, Comercio, Unión Ferroviaria, UPCN (estatales), y la Uocra (construcción).
La respuesta de los "Gordos" y de los "independientes" sumó un definitivo enfrentamiento con Moyano a raíz de la jugada oficial que otorgó nuevamente a éste el control de la Administración de Prestaciones Especiales (APE), que distribuye 938 millones de pesos anuales entre las obras sociales. El contador Mario Koltan, que había designado Manzur no duró 48 horas en su cargo y fue desplazado por Moyano.
"La CGT está vacía; es un club donde los socios no participan", dijo un influyente miembro de la central, y sentenció que no concurrirán más ni a las reuniones de la mesa chica ni a las de consejo directivo, en virtual estado de ruptura sindical.
Moyano se quejó ante Kirchner por la designación de Koltan en reemplazo del entonces gerente general de la APE, Hugo Sola, dirigente "de carrera" en el organismo, pero que responde políticamente a Jorge Omar Viviani (peones de taxis), mano derecha de Moyano.
Sola era cuestionado por los gremios debido al "criterio discrecional" con que repartía los fondos de las obras sociales, según dijeron fuentes sindicales bien informadas, en beneficio del sindicato de camioneros y de las organizaciones aliadas a Moyano.
En uso de sus funciones, Koltan discutió con el jefe del área de Legales de la APE, nada menos que Abel Beroiz, hijo del asesinado tesorero de la Federación de Camioneros a nivel nacional (del mismo nombre). Koltan quería instrumentar un sistema "más equitativo" de distribución y recibió la negativa de Beroiz.
Al no designarse por decreto a un reemplazante, volvió a sus funciones el cuestionado Sola, sucesor natural del gerente general de la APE, que ocupa la gerencia de Prestaciones Médicas. Los rivales de Moyano en la CGT responden que "tienen espalda propia para soportar las presiones del Gobierno", incluso si son discriminados por las obras sociales.
"El poder no nos va a disciplinar porque nos discriminen con la distribución de los aportes de las obras sociales [que de eso se trata el problema] y sostengan a Moyano. Ya ni Kirchner conduce desde lo político el país, ni Moyano lo hace desde lo sindical. Ellos perdieron las elecciones legislativas del 28 de junio", ratificaron a LA NACION dirigentes de los sindicatos más poderosos, como Sanidad, Luz y Fuerza, Comercio, Unión Ferroviaria, UPCN (estatales), y la Uocra (construcción).
La respuesta de los "Gordos" y de los "independientes" sumó un definitivo enfrentamiento con Moyano a raíz de la jugada oficial que otorgó nuevamente a éste el control de la Administración de Prestaciones Especiales (APE), que distribuye 938 millones de pesos anuales entre las obras sociales. El contador Mario Koltan, que había designado Manzur no duró 48 horas en su cargo y fue desplazado por Moyano.
"La CGT está vacía; es un club donde los socios no participan", dijo un influyente miembro de la central, y sentenció que no concurrirán más ni a las reuniones de la mesa chica ni a las de consejo directivo, en virtual estado de ruptura sindical.
Moyano se quejó ante Kirchner por la designación de Koltan en reemplazo del entonces gerente general de la APE, Hugo Sola, dirigente "de carrera" en el organismo, pero que responde políticamente a Jorge Omar Viviani (peones de taxis), mano derecha de Moyano.
Sola era cuestionado por los gremios debido al "criterio discrecional" con que repartía los fondos de las obras sociales, según dijeron fuentes sindicales bien informadas, en beneficio del sindicato de camioneros y de las organizaciones aliadas a Moyano.
En uso de sus funciones, Koltan discutió con el jefe del área de Legales de la APE, nada menos que Abel Beroiz, hijo del asesinado tesorero de la Federación de Camioneros a nivel nacional (del mismo nombre). Koltan quería instrumentar un sistema "más equitativo" de distribución y recibió la negativa de Beroiz.
Al no designarse por decreto a un reemplazante, volvió a sus funciones el cuestionado Sola, sucesor natural del gerente general de la APE, que ocupa la gerencia de Prestaciones Médicas. Los rivales de Moyano en la CGT responden que "tienen espalda propia para soportar las presiones del Gobierno", incluso si son discriminados por las obras sociales.