Seguimos
con la entrega de presente a los compañeros y compañeras que cumplieron 25 años
de labor en las Empresas Camuzzi Gas del Sur y Transportadora de Gas del Sur.
En
esta oportunidad, estuvimos con los compañeros Raul Bordon y Horacio Correa,
ambos trabajadores de la Empresa Camuzzi Gas del Sur.
Quienes
también representan desde la Organización Gremial, a trabajadores y
trabajadoras de las compañías de Gas.
Haciendo
un poco de historia, Raul y Horacio, nos cuentan un poco sus comienzos en la ex
Empresa Gas del Estado y como fue cambiando la relación laboral a partir de las
privatizaciones.
Cuando
asume el gobierno de Menem el país era
un caos hiperinflación, un endeudamiento creciente, pujas de fracciones
financieras por cobrar sus créditos, y una masa en descontento, se
sobredimensionó la creencia de una situación de emergencia, que sirvió como
argumento para que el Congreso otorgara poderes especiales al Ejecutivo, bajo
el marco de la necesidad de achicar el Estado, cual era concebido como un administrador
ineficaz, siguiendo con esto un proceso de desguace y redefinición del mismo,
objetivo desde la dictadura militar bajo el lema del neoliberalismo y la
apertura financiera, consolidado en la década del 90´.
Para
proceder a achicar las facultades del Estado y su ingerencia sobre los activos
públicos, se sancionaron dos instrumentos legales que concentraron en las manos
de Menem un enorme poder de decisión: las leyes de Reformas del Estado (Ley
23.696) y de Emergencia Económica (Ley 23.697). Ambas conformaron
el pivote principal sobre el cual se edificó el acelerado y abarcativo proceso
privatizador transfiriendo las principales firmas estatales al sector privado,
como así también, la apertura asimétrica de la economía a las corrientes
internacionales de bienes y capitales y la flexibilización laboral.
Bajo la
ley 23.696 se concedió gran concentración de poder al Ejecutivo quien estaba
autorizado a intervenir en todas las empresas públicas, suprimir sus
directorios y otros órganos de control, modificar su razón social hasta
privatizarlas a través de la promulgación de decretos. Dromi como
Ministro de Obras y Servicios Públicos fue el encargado de llevar adelante el
plan de venta de todos los activos del Estado.
La ley
23.697 concedía al Poder Ejecutivo posibilidades muy amplias de decisión,
aunque menos ligada directamente a la política de privatizaciones.
Esta ley
derogaba todas las normas que diferenciaban al capital extranjero del nacional
(de tal manera que permitía el ingreso de aquél a áreas privatizables antes
restringidas) y suspendía el régimen de “compre nacional” que regía las
operaciones de las empresas públicas.
Ahora
bien, la implementación de estas dos leyes indica claramente por un lado la
fuerza de la concentración del poder como herramienta del cambio; y por otro
lado, la importancia que presenta en la esfera de toma de decisiones políticas,
la ingerencia del sector empresarial altamente concentrado y centralizador del
capital, que venía beneficiándose gracias a un proceso de desindustrialización
y reprimarización de la economía Argentina.
Consolidada
la idea de que la única salida a la crisis de la deuda era entregar los activos
públicos, se llevó a cabo una política de dolarización que beneficiaba al
capital acreedor: esto se logró mediante el Plan de Convertibilidad en 1991. Es
decir, con el argumento de capitalizar la deuda externa, los sectores
concentrados dentro de la estructura económica se beneficiarían de una moneda
fuerte equiparada al dólar con vistas a las leoninas utilidades que darían la
venta de las empresas nacionales. La convertibilidad, si bien benefició a éste
sector, actuó en desmedro de toda actividad productiva ya que, dada la paridad
con el dólar, se encarecieron los costos de producción promoviendo, de esta
manera, la importación de bienes manufacturados.
Fueron
momentos muy difíciles y de mucha incertidumbre para los trabajadores, muchos
de ellos perdieron sus puestos de trabajo en los primeros años de la
privatización, los beneficios logrados fueron perdiéndose
Las
Consecuencias del Proceso de PrivatizacionesPodemos analizar las consecuencias según cuatro grandes áreas:
Sobre la propiedad:
Esta
es la consecuencia más evidente del proceso de privatización que tiene que ver
con el pasaje de la propiedad del estado de sectores estratégicos de la
economía a manos privadas. Este pasaje produjo grandes cambios estructurales en
la propiedad, concentrando y consolidando la presencia de los grandes grupos
económicos. Asimismo acentuó la tendencia a la asociación entre esos grandes
grupos económicos locales con los grandes capitales extranjeras.
La reconversión de la empresa:
Implicancias directas sobre los trabajadores, se
perdieron los derechos que tenían como trabajadores públicos como la
estabilidad en el cargo.
Se
produjo una fuerte reducción de los planteles por la vía de los llamados
retiros "voluntarios" para los cuales las empresas destinaron enormes
sumas de dinero. Esto da cuenta de la importancia estratégica que las empresas
le otorgaron a la reducción de personal. Esto fue acompañado por un proceso de
sustitución del personal con más antigüedad en la empresa cuya experiencia
sindical y política no era deseada.
Cuando
el retiro voluntario no era aceptado por los trabajadores convocados se
iniciaba una campaña persecutoria o discriminatoria contra ellos, se los
trasladaba a zonas alejadas de sus hogares o a otros sectores de trabajo con
tareas desconocidas o disgustantes (para usar un término utilizado por algunas
empresas), o bien colocados en estado disponibilidad sin tarea asignada, con lo
que se inducía un gran desgaste psicológico destinado a hacerlos aceptar el
retiro "voluntario".
De
esta manera se conseguían renuncias evitando los despidos y el costo político
que ellos implicaban. El porcentaje promedio de reducción de puestos de trabajo
en las principales empresas privatizadas hasta 1997 alcanza el 50%.
En
tercer lugar, el aumento del horario de trabajo y de los ritmos habituales por
medio de introducción de nuevas tecnologías o simplemente imponiendo otras
pautas de producción.
En
cuarto lugar, se aplican nuevos y diversos contratos flexibles, por tiempo
determinado, pasantías, con salarios flexibles que incluyen pagos por
productividad, entre otros.
Por
otra parte se da un fuerte proceso de tercerización de ciertos sectores de la
producción que antes estaban integrados a la empresa, lo cual se constituye en
una fuente de fragmentación y precarización del colectivo de trabajo.
Por
último, las empresas privatizadas se apuraron la firma de nuevos convenios
colectivos que destruyeron viejas conquistas e introdujeron nuevas formas de
explotación y control del trabajo como la polivalencia.
Estas
son algunas de las cuestiones que hacen a la reconversión de las empresas que
afectan directamente las condiciones de trabajo, la salud y la unidad de los
trabajadores.
La desnacionalización.
La
extranjerización de las áreas privatizadas es muy fuerte y evidente. Por ejemplo,
la distribución de gas de la Capital queda en manos británicas.
La reestructuración de la industria del gas,
hacia su privatización, se produjo en 1992 dividiéndola en tres áreas separada:
producción, transporte y distribución del fluido. La Ley Nº 24.076: "Marco
regulatorio de la actividad. Privatización de Gas del Estado. Transición.
Disposiciones Transitorias y Complementarias", sancionada en ese año tuvo
por objeto dar forma al proceso de privatización de Gas del Estado, como
también establecer los marcos que regulan el desempeño de las licenciatarias de
dicha empresa. La producción quedó en manos de distintos productores privados
ubicados en tres cuencas, ese mismo año se realizaron las concesiones de los
servicios de transporte y distribución de gas reguladas por la ley mencionada,
por último en marzo de 1993 se constituyó oficialmente el Ente Nacional
Regulador del Gas.
La
empresa Gas del Estado se privatizó sobre la base de la adjudicación de áreas
que se correspondían con las divisiones políticas provinciales. En al Área
Metropolitana de Buenos Aires las empresas adjudicatarias de la distribución
del servicio son Metrogas S.A.; GasBan y Camuzzi Gas Pampeana.
Las
empresas adjudicatarias de las transportadoras y distribuidoras son: dos
sociedades transportadoras. Transportadora de Gas del Norte (TGN)
Transportadora de Gas del Sur (TGS) y ocho unidades distribuidoras. (GasNor SA,
Distribuidora de Gas del Centro SA, Distribuidora de Gas Cuyana SA, Camuzzi Gas
del Sur SA, Transportadora de Gas del Sur SA, Camuzzi Gas Pampeana SA, MetroGas
SA, Gas Natural BAN SA, Litoral Gas SA y Transportadora de Gas del Norte SA).
Felicitamos
a los compañeros Bordon y Correa por los años de trabajo en la Empresa Camuzzi
Gas del Sur., y agradecemos la deferencia de sus palabras para la pagina.
FELICITACIONES!
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