Desde Gobernador Gregores, provincia de Santa Cruz, y mientras ultíma detalles para una nueva experiencia, el bahiense
Guillermo Schwenzel repasó junto a El Diario Deportivo su interesantísima historia. Sus inicios en Avellaneda, pasó por River que le valieron una gran
amistad con Radamel Falcao García, tanto que así se llama su hiijo, sus
lesiones, su regreso a Bahía para jugar en Olimpo y Villa Mitre y su
llegada a la patagonia.
A todo eso, Guille le agregó una nueva faceta: es árbitro de futsal.
A sus 39 años, esta nueva profesión lo llevará en los próximos días a
Madrid, Colombia, donde será juez por primera vez un torneo
internacional en la Copa Alianza.
«En 2010 quedé libre de Villa Mitre y me
vine a jugar el Torneo Federal C para Huracán de Gobernado Gregores»,
contó Guille, quien se quedó allí trabajando para Camuzzi, en el
programa que se emite de lunes a viernes -de 14 a 15- por La Nueva Play.
Durante su estadía en Huracán, además,
llenó el equipo de jugadores de la Liga del Sur, entre unas de las
tantas historias que guarda.
«Jugar al fútbol acá no era fácil, por el viento y el frío. Es un clima totalmente adverso», explicó.
Ya asentado en la patagonia, el futsal abrió una nueva puerta en su vida.
«Cuando jugaba al fútbol de salón, para
el Cosmos, fuimos a representar a Gregores a Madryn por la Copa Austral y
se da la situación de la tercera rotura de ligamentos cruzados y los
médicos me dijeron que me olvidé de la parte deportiva», rememoró.
«Me seguía picando eso que tenemos todos
los jugadores de ir detrás de la pelota. Mis compañeros me dijeron que
se iba a dictar un curso para capacitar gente nueva para arbitrar»,
siguió Guille y ahí comenzó esta parte de su historia.
Pero tiempo atrás, sus comienzos
fueron en Avellaneda, saltó a las inferiores de River y logró llegar a
la Tercera del Millonario.
«Estoy muy agradecido por las
oportunidades que me dio el fútbol, que me permitió conocer el país y,
con River, parte del mundo. Para mí eso ya era llegar a Primera, por más
que no pude debutar oficialmente», admitió.
«Yo llegué a ese lugar por sacrificio,
esmero, mentalidad y compromiso. Yo era uno más del montón, pero le
ponía muchas otras cosas», enumeró.
Otra vez la rodilla lo obligó a parar y lo unió con un histórico del fútbol mundial: Radamel Falcao García.
Todo eso y mucho más vivió Guille, que ahora va por otra historia para su vida.
Reportaje completo:
¡LE DESEAMOS A NUESTRO COMPAÑERO EL MEJOR DESEMPEÑO!
¡MUCHA SUERTE GUILLE!!
STIGAS PATAGONIA SUR